Juan de Samargo

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Juan de Samargo (1924-2007): periodista, escritor, militar y divulgador de cultura. Nace en Aldeadávila de la Ribera en 1924, el pseudónimo usado, es el acrónimo de su nombre (Juan de Sahagún Martín Gallego), lo empleó en todos sus artículos y obras, y tuvo tal éxito que se convirtió en el nombre empleado comúnmente. Al igual que Juan Caballero Rodríguez emigra de pequeño a Cuba con su familia. Regresan con poca fortuna poco antes de la Guerra Civil. La dura posguerra le marcará definitivamente, y para salir adelante ingresa en la Legión Española donde cursará estudios de magisterio, además de finalizar su formación militar como capitán de la Legión en Ceuta.

Obras

Periodista, colabora periódicamente en las páginas de “El Pueblo”, "El Faro de Ceuta" y "Ceuta 82". En su faceta de escritor destacan: "Presencia militar en Ceuta (1995)", "Obispado de Ceuta (1993)", "La Geografía literaria del Quijote (1977)" en colaboración con otros autores.

Fue miembro del Instituto de Estudios Ceutís, y Delegado de la Asociación de Escritores y Artistas en Ceuta, uno de los personajes culturales más importantes de la Ceuta del siglo XX.

También publicó continuamente sus series: "Obispos de Ceuta", "Ceuta crisol de españolidad", y "Patriotismo en Tranfretana".

Semblante humano

Se le ha definido como "una persona conservadora, de excelente gramática y mejor formación".

Publicado en "El Faro de Ceuta", 2 de junio de 2007 por José Luis Gómez Barceló:

"La última noche de mayo se nos llevó a uno de los escritores que más páginas ha dejado escritas en El Faro de Ceuta: Juan de Samargo. Durante varias décadas,su firma era consustancial con las páginas culturales. Era aquel Faro íntimo,con media docena de colaboradores que, a pesar de sus trabajos y sus años, se multiplicaban cubriendo cuanto se hacía en la Ciudad. Juan de Sahagún Martín Gallego había nacido en Aldeadávila de la Ribera, Salamanca, en 1924. Su infancia se vió muy marcada por unos años de residencia en Cuba, país al que emigraron sus padres, con poca fortuna.

A la vuelta, la Guerra Civil y los duros años posteriores acabaron con sus posibilidades de estudiar y cursar la carrera religiosa. Puestas así las cosas, ingresó como voluntario en La Legión, en donde desarrolló toda su vida militar. Para Juan de Samargo,acrónimo que acuñó como firma de sus trabajos, La Legión fue escuela de la vida. En ella ingresó con estudios primarios inacabados y gracias al Tercio, los completó,hizo el bachillerato, magisterio y, cuando la enfermedad le afectó, a comienzos de los años 70,se encontraba estudiando Derecho. En esa vida militar destacó ya por su capacidad como organizador. En la Civil fue miembro del Sindicato de Escritores y Delegado de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, lo que le permitió codearse con alguna de las firmasmás importantes del País.

Hombre religioso y modesto, nunca ocultó su orgullo por su progresión personal y cultural. Así, homenajes personales, distinciones como el haber sido nombrado dos veces Legionario de Honor o tener el Escudo de oro de la Ciudad de Ceuta,no afectaron nunca a su forma de ser. Entre sus publicaciones, destacan la "Guía del Museo de la Legión", y su ""Presencia Militar en Ceuta, así como sus series sobre "Obispos de Ceuta" y "Ceuta crisol de Españolidad", y ""Patriotismo en Transfretana, la revista del Instituto de Estudios Ceutís del que era miembro. Sin embargo, su producción más importante, desde su punto de vista, estaba en los libros que escribió y no publicó sobre sus experiencias religiosas, y los que valorábamos más los estudiosos locales eran las series de artículos que dedicó a unidades militares como la Legión, Regulares o la Compañía de mar de Ceuta, Ceuta Castrense, y la visión de cultura local a través del día a día, que se publicaba fundamentalmente en El Faro de Ceuta. Obsesionado por la formación de los jóvenes, durante años convocó los Premios Juan de Samargo, que dotaba económicamente de forma personal con el fin de incitar a los jóvenes a escribir. En ese sentido, en el de hacer de los jóvenes y mujeres de bien, tuvo la suerte de poder volcarse en dos maravillosas personas, sus sobrinos Mary y Pepe. Con ellos, su esposa Maruja y su cuñada Andrea, formaron una entrañable faamilia que lo ha sido todo para él.

La muerte, para Juan, con su fe infinita, no era más que un tránsito obligado, para el que estaba preparado. Será más difícil para quienes le quisimos y tratamos de respetar, su manbera de ver el mundo y su derecho a desaparecer con dscreción, llenar su ausencia".

Referencias

Bibliografía

Otras fuentes de información

Laverde, Leyendas árabes de las Arribes , Romancero medieval de las Arribes, Cancionero salmantino, El Toro de Aldeadávila,El habla de la Rivera, Picón de Felipe, Los toros en Las Arribes