Antecedentes topográficos
El núcleo primitivo de la ciudad se encontraba en un altozano entre las vaguadas del arroyo de San Pablo y de los Milagros. Dominaba el territorio el Alcázar, mirando al puente romano. Por él llegaba la Vía de la Plata, eje principal de norte a sur que comunicaba las riberas del ríoTormes con las tierras de la Armuña. Sobre esa colina aparecía una rudimentaria muralla que fue ampliándose durante las diferentes repoblaciones.
Poco a poco la ciudad crece desplazándose hacia el norte buscando la ruta comercial de la calzada de la Guinea, aproximándose sus calles hacia Zamora y Toro. En su bifurcación se asienta la parroquia de San Martín y un corralón comercial a sus espaldas. Ese punto, equidistante de todas las demás puertas de la muralla, es el primer foro salmantino.
Tanto los puestos fijos como los ambulantes se concitan ahí. Es zona de venta y trueque continuos. El hoy Pabellón Real era la línea de los carniceros y de los fruteros; en el Pabellón de San Martín se emplazaban los carboneros y los lenceros; en el lienzo del poniente, desde la calle del Prior hasta Concejo, estaban en las manufacturas de los objetos de cuero, llamados Petrineros o Pretineros. Y en el lienzo de septentrión, hoy Casa Consistorial, se encontraban los portales del lino y del trigo.
En las calles adyacentes se aglutinan los diferentes oficios gremiales relacionados con las mercaderías que en cada zona se asientan, ya fuese Albarderos (San Pablo), Triperas, Herreros (Toro), la Rúa con importantes comercios y las calles del Concejo de Arriba (calle Concejo) y del Concejo de Abajo (calle Zamora) que desde finales del s. XIII señalaron el sitio del antiguo ayuntamiento. Es lógico que además de los comerciantes también el Cabildo, la Universidad, la Real Clerecía de San Marcos y algunas cofradías se asentasen en edificios dando a la Plaza de San Martín, con la finalidad de contemplar los espectáculos celebrados allí.
Esa plaza de San Martín era de enorme magnitud llegando a tener un perímetro mayor que el doble de la actual Plaza Mayor pues incluía la actual Plaza, la iglesia de San Martín, la Plaza del Corrillo, la Plaza de Carboneros hasta la calle del Pozo Amarillo, la lonja y su plaza (el actual Mercado), la casa de Carnicerías así como diferentes casas de mayorazgos. Es mencionado en los escritos viajeros de diferentes épocas (León de Rosmithal, Pedro de Medina o monseñor Camilo Borghese –nuncio extraordinario de Clemente VII ante Felipe II–).
En una descripción de la época, el cronista francés A. Jouvin escribe: Lo que allí en Salamanca vimos más notable es la plaza mayor, la más grande de España, donde están el Ayuntamiento y la iglesia de San Martín. En esa plaza se encontraba la horca de ajusticiamiento de forajidos y rufianes y en donde se celebraban corridas de toros y juegos de cañas. Diferentes balcones miran hacia el recinto. Celebrado fue el Mesón de los Toros, propiedad de los Frailes Bernardos del monasterio de Moreruela (Zamora) localizado al fondo del callejón del Pasaje del Teatro Coliseum, pasaje que luego se conservó en la nueva ordenación de esta Plaza Mayor actual. También alcanzó gran renombre el Mesón de la Solana propiedad en el siglo XVIII del canónigo don Antonio de Paz, cuyos balcones daban a la plaza justo enfrente de la Casa del Consistorio.
Un gran circuito de patios son empedrados a consecuencia de una orden del 14 de febrero de 1497 firmada por el príncipe don Juan, primogénito de los Reyes Católicos, allanando para su mayor lucimiento y urgiendo por su parte a los vecinos a que no enguijarraran las aceras de sus casas, ya tuvieran soportales a la plaza o no. Este espacio, de forma trapezoidal con caras al norte y sur se remataban a modo de ángulos abiertos a través de las casas limitantes.
Habiéndose iniciado su construcción por el Pabellón Real (que da a la Plaza del Mercado), en él se puede ver un arco más ancho, quizás con la finalidad de corregir medidas. Es anecdótico el hecho de que la columna donde se encuentra el medallón de Francisco Franco sea de un grosor doble al resto. Así mismo, en los pabellones de San Martín y Real, construidos en terrenos de la Plaza de San Martín, sobre los balcones de la primera planta aparecen figuras geométricas y en el otro lado aparecen los escudos de las familias cuyos palacios ocuparon ese sitio.
Capítulo extraido del libro Salamanca. Plaza Mayor de Europa.
<br= "clear">