El Rollo (Salamanca)
En el pasado las poblaciones con título de ciudad, con Alcalde con capacidad para juzgar y ajusticiar, exhibían el Rollo, símbolo de esta potestad, y que se usaba para mostrar las cabezas de los condenados a muerte, una vez cumplida la sentencia.
El rollo era una columna de piedra a veces rematado con una cruz, otras con un escudo.
El rollo de la ciudad estaba situado en la Plaza de San Martín, y permaneció allí hasta que tuvo que ser retirado para la construcción de la plaza mayor. Entonces el rollo se instaló en la calzada que unía Salamanca con Madrid, y fue el origen del Paseo del Rollo que se terminó en 1793, paseo llamado actualmente Avenida de los Comuneros.
En 1834 el gobernador civil José María Cambronero ordenó destruir los rollos de la provincia rechazándolos por ser usados para mostrar las cabezas de los condenados, lo que supuso el fin del rollo original.
El actual rollo procede del ubicado en el monasterio de las Bernardas de Jesús, en la actualidad los escolapios. El rollo estaba en la puerta del monasterio, junto a la actual fábrica de Mirat, donde determinaba jurisdicción sobre terrenos inmediatos al monasterio. El lugar donde se encuentra fue comprado por el ayuntamiento para convertirlo en el actual Parque de los Jesuítas. El Rollo se guardó en el depósito público hasta que el alcalde Carlos Gutiérrez de Ceballos ordenó que se colocara en la Plaza de Santa Teresa donde permaneció hasta 1975 cuando se trasladó a su ubicación actual, el Alto del Rollo, recordando al Rollo original alli ubicado. Presenta armas de D. Francisco de Herrera y Doña Mª de Anaya, fundadores del Monasterio de Bernardas.