El jueves que brilló más el sol
Entramos en el mes de junio y celebramos la festividad del "Corpus Christi". Una fiesta, que se viene conmemorando, con mucha solemnidad, en Macotera, desde hace muchísimos años, y aún conserva su frescura y fervor tradicionales. El amor a Jesús Sacramentado estaba y sigue, profundamente, arraigado en el sentimiento religioso del pueblo, y, en algún momento de la historia macoterana, este exceso de fervor fue causa de que la autoridad diocesana interviniera apaciguando un poco los ánimos de esta manera:
"Está informado (el Obispo) de que, en dicho lugar de Macotera, se hacen tres procesiones generales, tomándose, en esto, más licencia de la que permite y concede la Bula del Santísimo Sacramento. Mando que sólo se haga, en el día del Corpus, la procesión general por las calles acostumbradas del referido pueblo, y otra particular alrededor de la iglesia en el domingo Infraoctava o en otro día de los de la Octava, el que hubiere por más conveniente, y se omita la tercera, y así lo cumplan los curas y otros cualesquiera que hicieren o intentaren hacer contra este nuestro mandato y la Constitución Sinodal, so pena de cincuenta ducados, aplicados a obras pías".
Tenemos también documentación del año 1683, en la que se nos informa sobre las misas minervas. La tradición tiene una trayectoria larga, que se hunde en los orígenes de los pueblos, y es la historia la que nos desgrana cómo las generaciones conservan y reviven las prácticas y creencias de nuestros ancestros en toda su extensión de fe y de costumbre. Sobre quién debe llevar las varas del palio en la procesión durante las misas minervas, y sobre alguna costumbre nada ejemplar, el señor Obispo hace las siguientes consideraciones:
"Por cuanto fue informada su Ilma. que, en las procesiones, que se hacen del Santísimo Sacramento los terceros domingos de cada mes, había costumbre de que, solamente, los que han sido mayordomos de su cofradía hayan de llevar las varas del palio, y no otra persona alguna, de que resultaba tener detenido al preste; por lo tanto, y para desterrar este abuso e indecencia, mando que, de aquí en adelante, habiendo, en dicha iglesia, personas que hayan sido mayordomos sean preferidos, como hasta aquí; pero no los habiendo, puedan cualesquiera vecinos llevar dichas varas sin detener al dicho preste, y se cumpla y ejecute bajo la pena de cuatro ducados contra cualquiera que lo contradijese o impidiere la ejecución de ésta; la aplicación de la pena, para los gastos de la iglesia.
Asimismo, cuando se celebran dichas misas del Santísimo, se sale casi toda la gente de manera que, al tiempo de la procesión, no se halla quien lleve el palio; por lo tanto, y porque no se priven de las indulgencias y se haga dicha función con la decencia y solemnidad que conviene, mando que todos los que asistieren a las misas concurran también a la procesión so pena de una libra de cera para los gastos de dicha cofradía". Se unían al boato los espléndidos alboroques y banquetes con que se obsequiaba a todos los invitados. Los gastos eran excesivos y esta costumbre, común en todas las cofradías del pueblo, llamó la atención de la autoridad diocesana, quien tomó cartas en el asunto, aunque, por lo visto y vivido, no debieron hacerle mucho caso:
Asimismo, ha tenido noticia (el señor Obispo), por el escrutinio secreto, que los mayordomos del Santísimo Sacramento juntan, en su casa, después de vísperas de la víspera del Corpus, a muchos hombres y mujeres del lugar, y los dan de beber con gran exceso y peligro de esta junta de hombres y mujeres; mando, a los dichos mayordomos, so la misma pena de excomunión mayor y de cien reales, que, de aquí en adelante, no den este refresco, y, a los curas, que den aviso de los mayordomos, que no cumplieren este mandato; y que la procesión del Corpus haya de salir a las diez del día, sin esperar a que el mayordomo y sus convidados acaben de almorzar, porque es indecencia, que la procesión esté detenida por esta causa, y que los seglares determinen la hora a que ha de salir, tocando a los curas determinarlo".
- Artículo publicado en el número 107 del Boletín de la Asociación Cultural "Amigos de Macotera"
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