El motor (Macotera)
Con este nombre, reconocemos el edificio que se recoge en esta lámina, pero su verdadera razón social inicial fue “Molino eléctrico macoterano”. En 1909, un grupo de emprendedores macoteranos decide fundar una sociedad empresarial, movido por el futuro que ofrecía la energía eléctrica. Traza un proyecto y su financiación la consigue mediante la suscripción de sesenta acciones de mil pesetas cada una. Su objetivo inicial es el suministro de energía eléctrica al pueblo, la instalación de un molino harinero y la apertura de una tahona.
En julio de 1909, el señor cura párroco de la localidad, don Eloy Usallán, bendice el edificio. Comienza su actividad, con la puesta en marcha del molino harinero. Trabaja en él, Pedro Dosuna, un joven molinero de Peñaranda de Bracamonte. En 1910, se produce un lamentable accidente: Pedro Dosuna es absorbido por la fuerza centrípeta de una corretea y su cuerpo queda completamente destrozado. Deja mujer y dos hijos.
A finales de 1910, se finaliza la colocación de una nueva dinamo, suficiente para alimentar el molino y para afrontar el segundo compromiso de la Sociedad: el suministro de energía eléctrica a la localidad. El Ayuntamiento es conocedor de esta oferta y se pone en contacto con ella. Se firma un contrato por diez años y se compromete la sociedad a proporcionar al pueblo 1.000 bujías diarias para el alumbrado público por el precio de 2.000 pesetas anuales. En 1913, se sustituyó la dinamo por otra más potente y se dejó sentir sobremanera. Comentaba un paisano al efecto: “estamos alumbradísimos, con esto se evitará, en que siendo la luz eléctrica un testigo de vista y un defensor de que, en ventanas, se escuchen conversaciones que a nadie importan y que se tiren anónimos a personas honradísimas que cumplen con su deber y están muy tranquilas en su casa”.
En 1920, se renueva el contrato con alguna modificación; en este caso, el Ayuntamiento se obliga a abonar 27.500 pesetas a cambio del suministro público de 1.430 bujías, que se distribuyen en 140 lámparas. En este año, se deshace la sociedad y es adquirida por el vasco Celestino Laruscaín y su cuñado, Benjamín Simón Inés, que poseían varias aceñas por la zona de Almendra, por la provincia de Zamora y Paradinas de San Juan.
En 1921, la Comisión de Instalación Eléctrica concede autorización a Manuel Domínguez para establecer instalación eléctrica en Tordillos, Santiago de la Puebla y Macotera. Entonces, compra los derechos, que tenían contraídos en Macotera, a Celestino Laruscaín y a Benjamín Simón. El molino sigue en manos de Celestino, que se lo cede a su cuñada Consuelo Simón, casada con Santiago Domínguez, natural de Paradinas de San Juan. Éste trae, como molinero, a Delfín Pérez Jaspe, nacido en Villagonzalo.
Después de lo leído, yo me pregunto el porqué de motor. Puede ser un ejemplo claro de metonimia. Esta palabreja significa que, con frecuencia, solemos designar una cosa con el término con que nombramos a otra con la que mantiene una relación necesaria; y en este caso, se designa en edificio, el todo, con el nombre de una de sus partes: el motor
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Articulo extraido de la bibliografía de Eutimio Cuesta Hernández sobre Macotera. Cedido voluntariamente por el autor macoterano. Muchas gracias por colaborar en este proyecto.
