Plateresco
Plateresco es un estilo arquitectónico exclusivo del Renacimiento español. Aparece a comienzos del siglo XV y se extiende durante los dos siglos siguientes.
Mantiene rasgos del gótico: inclusión de escudos y pináculos o fachadas divididas en tres cuerpos (mientras que las renacentistas están divididan en dos) y especialmente en los sistemas constructivos. Incorpora también elementos renacentistas como las columnas o algunos elementos decorativos, pero se diferencia tanto del gótico como del renacimiento por el recurso a muchos tipos de arco, como los carpaneles o los mixtilíneos, convertidos éstos en típicamente salmantinos.
Se caracteriza por fachadas muy adornadas, como si se tratasen de obras de orfebrería (de ahí su nombre).
Antecedentes
En realidad el estilo no tiene nada que ver con el gótico desde el punto de vista puramente arquitectónico, aunque lo tenga desde el punto de vista estructural. El gótico, mediante unos sistemas constructivos originales, define unos ambientes interiores cuya característica principal es estar llenos de luz. Y precisamente ese estilo había sufrido en la Península importantes modificaciones, adecuándolo al clima meridional: ventanas mucho más pequeñas de las que permite el sistema constructivo puesto que mucha entrada de luz es mucha entrada de calor, y pendientes de cubierta mucho menos pronunciadas, y a menudo verdaderas cubiertas planas, lo que hizo un estilo realmente distinto, tanto en el interior como en el exterior, pero que aprovechaba eficientemente un sistema constructivo muy eficaz.
El estilo que en ese momento, el Renacimiento, se imponía era el Clasicismo, que nació en Italia y al que, muy probablemente ciertos arquitectos españoles consideraban con cierto desprecio por ciertas soluciones constructivas del clasicismo italiano, como los tirantes metálicos vistos que los arquitectos se veían obligados a poner en los arcos para resistir los empujes horizontales (al cabo, una trampa), cuando en el sistema constructivo "gótico" había métodos que evitaban el recurso tramposo.
A partir de esa herencia constructiva gótica, en España se empiezan a gestar estilos propios en los que se incluyen elementos más modernos. Quizá el ejemplo más representativo de este estilo sea la iglesia de San Juan de los Reyes de Toledo, en que el gótico está presente en el sistema constructivo pero no en la concepción del espacio interior, que nada tiene tiene que ver con el del gótico original francés. Contemporáneamente, en Portugal, por las mismas razones, se desarrolla el estilo Manuelino.
Por ello en España, cuya tradición de arquitectura clásica está temporalmente muy alejada (tras los siglos de dominación musulmana), prefiere, por racionalidad constructiva, un sistema constructivo, el gótico, que sirve para construir en un nuevo estilo arquitectónico que la crítica posterior ha definido como un nuevo estilo decorativo de los edificios (que por otro lado sus recargadas características correspondían con la riqueza general del país en el momento), que se ha dado en llamar plateresco, que mantiene elementos estructurales del gótico, especialmente en el modo de llevar las cargas de las bóvedas a los pilares (no a los muros, como en el románico), apuntalándolos con los arbotantes, con sus chapiteles, y usando, no siempre, los arcos apuntados.
En realidad es verdaderamente un nuevo estilo, puesto que supone una nueva concepción del espacio muy alejada de lo que el gótico pretendía.
Algunos de los edificios representativos del Plateresco son:
- La iglesia de San Juan de los Reyes, Toledo
- El edificio de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, especialmente su fachada.
- El Hostal de los Reyes Católicos. (Santiago de Compostela)
- La Universidad de Alcalá de Henares
- La Casa de las Conchas de Salamanca
- El Hostal de San Marcos de León
- El Ayuntamiento de Sevilla
- La Puerta de la Pellejería de la Catedral de Burgos.
- El Hospital del Rey de Burgos