Iglesia de Santa María la Mayor (Béjar)
Iglesia Románica, aunque ha sufrido posteriores modificaciones, mantiene elementos de la arquitectura mudéjar.
El interior de la iglesia esta compuesto por tres cuerpos destacando los arcos ciegos, junto a arcos de medio punto.
Del exterior destaca el ábside de ladrillo, típico de la arquitectura mudéjar y la torre.
La iglesia de Santa María la Mayor se encuentra situada en el casco antiguo de la ciudad, en el llamado barrio de La Antigua, entre el Palacio Ducal, la Judería y el recinto amurallado. Es muy antigua; se le nombra ya en el año 1218 en la Absolución de los Clérigos de Béjar, hecha por el Arcediano de Medina Maestre Esteban. Este pergamino se encuentra en los archivos de la iglesia de El Salvador. Inicialmente, la iglesia debió de ser románica, pero más tarde se añadieron elementos góticos, y su configuración actual responde a la reforma del siglo XVI, en estilo renacentista.
Los Duques de Béjar ostentaron el patronato de la iglesia y tienen su escudo de armas sobre al arco toral de la Capilla Mayor, apareciendo también estos escudos en cada uno de los estribos de los arcos por el exterior. Los Duques don Francisco II, III y IV fueron los que más ayudaron a esta iglesia con sus aportaciones económicas. La iglesia es de una sola nave, con cabecera de ábside semicircular y torre situada en el lado norte de la misma. La nave presenta una singular y extraordinaria estructura, formada por tres arcos, correspondidos exteriormente por otros tantos estribos. La techumbre, de madera de castaño, con diversas molduras y tallas.
El ábside y el presbiterio son obras moriscas en ladrillo: el ábside, con tres filas de nueve arcos semicirculares recuadrados y tan original que no aparecen en ningún edificio de este estilo en toda la provincia de Salamanca; el presbiterio, atravesado por tres arcos peraltados y muy agudos, sujetando la bóveda de cañón. Todo del siglo XIII. La torre es de sillería de granito, apreciándose dos estilos totalmente diferenciados: el gótico, en el primer cuerpo, y el renacentista, en el segundo, este último del siglo XVI. El Retablo Mayor es, sin lugar a dudas, una gran joya. Fue construido por el escultor salmantino Pedro Fernández, en el 1639. Hay otros elementos también importantísimos en esta iglesia, como es la imagen de La Dolorosa o El Nazareno, del siglo XIII, que merecen toda la importancia.