Iglesia de Santo Tomás Cantuariense
Esta iglesia románica del siglo XII recientemente restaurada, fue fundada en 1175 por los hermanos ingleses Ricardo y Radulfo, siendo la primera, fuera de Inglaterra, que se dedica al primado de Inglaterra Tomas Beckett, obispo de Canterbury, apenas tres años después de la canonización del santo británico en 1172 y de su fallecimiento por martirio, dos años antes.
El templo es de cruz latina y de una sola nave cubierta con techumbre de madera. Se trata sin duda de un edificio armónico de pequeñas dimensiones y destaca en su exterior por sus tres ábsides semicirculares escalonados, animados por pilastras y ventanas molduradas, de los que sobresale el crucero en altura, cuya cornisa corrida está decorada con modillones con cabezas humanas, de animales y motivos vegetales. La portada, en la fachada norte, tiene arquivoltas apuntadas sobre columnas esculpidas, añadida en el siglo XVI y el interior sorprende por su absoluta ausencia de ornamentación, aunque hay algunos capiteles de especial relevancia, recordando la escultura del siglo XII, concretamente en el lado de la Epístola, en el capitel del arco triunfal se aprecia la escena del enfrentamiento de dos jinetes, una alegoría a la guerra entre cristianos y musulmanes en la Reconquista. También destaca la tumba de don Diego Velasco, obispo de Ávila, con estatua yacente de piedra, que se halla en el fondo del lado derecho del transepto. El retablo contiene una tabla de la Virgen con el Niño.
La Iglesia dió nombre al distrito de Santo Tomás Cantuariense donde se instalaron los repobladores de Portugal y de Branganza