Iglesia de las Bernardas
Su origen esta en el antiguo convento cisterciense de las Bernardas, fundado en 1552 por doña María de Anaya. Gran parte del edificio original fue derruido para construir el Colegio de los Padres Escolapios, tambien conocido como Calasanz. Solo se salvaron la iglesia y el claustro, que se encuentran en el interior del colegio, y la portada principal, que se encuentra instalada en el parque Huerta de los Jesuitas.
A finales de los años cincuenta las Madres Bernardas se trasladan al Camino de las Aguas, donde aún permanece su convento.
La fachada de la iglesia, atribuida a Rodrigo Gil de Hontañón, se dispone entre dos estribos coronados con bóveda de cañón apuntado, bajo la que se disponen dos medallones de San Pedro y San Pablo. Sobre la portada, adornada con pilastras y columnas, hay una escultura de la Virgen y San Bernardo. La iglesia tiene una sola bóveda y en su interir se encuentran las imágenes de San Benito y de San Bernardo. Del claustro se encargaron Martín Navarro y Rodrigo Gil incorporandole elementos renacentistas.