La reja de balcón (Macotera)
La reja de balcón tiene una estructura similar a la reja de ventana: ambas salen de las mismas manos y de idéntico diseño; ambas muestran la misma tipología. La reja de balcón también posee esa doble función de seguridad y protección de la vivienda.
Echando un vistazo por el pueblo, hemos observado dos tipos de balcones: los que se limitan a cerrar el hueco de la ventana y, por consiguiente, van rasantes con la fachada de la casa, y los que se alzan en voladizo. Entre ellos, distinguimos los sencillos, de tubo circular, que se engancha y remacha en la parte inferior de la greca, y los de fantasía o filigrana, que es además decorativo, signo de suntuosidad y capricho.
En la lámina, José Luis ha elegido, como ejemplo, el balcón de la casa de Cayetano Bautista Sacristán, en la plaza Mayor. Todo un marco de filigrana, en que la simetría y movilidad de las figuras, merece el reconocimiento de una verdadera obra de arte. Ni falta nada ni sobra nada. Se ve en todo el conjunto el gusto del herrero y, sobre todo, el sentido estilista y de proporcionalidad de dimensiones. El forjador juega con el hierro y estruja toda su magia en conjugar, con destreza, los verbos caldear, fundir, forjar y trabajar. En esta pieza no hay máquina industrial que moldee, se impone el trabajo puro de fragua, el diseño y la habilidad del herrero, que, a base de calor y golpe de martillo, explota la maleabilidad del hierro que le deja trazar todo tipo de líneas y figuras. Todas las posibilidades del hierro se traducen en los enredos y combinaciones que se muestran en el balcón de Cayetano.
Por la greca inferior, recorren cuatro volutas en forma de “S” invertidas, que apoyan su frente en el barrote que limita la arista inferior del conjunto; esta misma figura se prolonga en las dos caras laterales del balcón.
En la greca superior, se equilibran dos piezas en forma de “C”, que se miran con un cierto disimulo sospechoso; entre ellas, las iniciales D. R. S. L., que, quizás correspondan al nombre de sus dueños. Cuatro grandes tallos, unidos por sus extremos y coronados por un racimo de tres flores, enmarcan dos volutas en forma de “S”, enlazadas por dos puntos de su espalda. Del pasamanos, hay poco que decir, dependiendo siempre de quien se apoye. La parte superior de los barrotes verticales, que cierran la estructura general del balcón, se remata con dos piezas ovaladas de latón.
La base del balcón (el piso) lo forma un enrejado de hierro, que sirve de soporte a un lienzo de ladrillos macizos y cemento y, sobre el cual, se apoyan unas filas de baldosas. El balcón con la fachada de muro de ladrillo, interrumpida por lienzos de cemento pintado de color claro, definen un elemento arquitectónico y decorativo característico de la vivienda señorial de Macotera y que ponen de manifiesto el gusto y el estilo de aquel maestro de obras, que dejó su impronta en numerosos edificios del pueblo, el señor Evaristo; trabajo perfecto al que también contribuyó el buen hacer de nuestros herreros - forjadores, los Salineros y los Bautista (Francisco, Germán y Daniel).
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