Latidos de la ciudad
El intelectual y pensador José Camón definió la Plaza Mayor de Salamanca como ...maravilloso modelo de plaza monumental porticada, con unidad de estilo y grandeza de concepción. Y por sus dimensiones y belleza, como una de las más importantes de España.
Mucho se ha escrito sobre esta plaza que es el corazón de la ciudad charra, aunque fue el historiador don Manuel Villar y Macías el primer estudioso en hacer una exposición seria y fidedigna de la historia de este recinto abierto al mundo.
Conocida y documentada su cronología, este libro pretende ser un compendio de Visit This Link ilusiones y alusiones para los visitantes que se acercan por vez primera a esta ciudad, para los habitantes de un lugar cosmopolita, la Atenas castellana, así como un homenaje a la Plaza Mayor de Europa, un espacio abierto al mundo y Monumento Nacional al ser la más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época existentes en España, en esta conmemoración de su 250 Aniversario, desde que en 1755
quedase concluida.
Son dos siglos y medio de historia: Ágora de actividades, lugar de paso y de peso castellano, remanso de quietud en palabras de Unamuno, autorizado por Felipe V para decoro de la ciudad, lidia de fieras y recreo del pueblo.Y así se ha mantenido desde entonces, como un espacio distinguido por la presencia de una serie de medallones ocupando las enjutas de sus arcos.
Esta Plaza Mayor es cinturón de la ciudad y un batán bullicioso y sala de estar, una gran plaza que zumba, gira, canta y es crisol de arengas políticas o lúdicas, con sus antiguas corridas de toros, cafeterías y comercios, desfiles militares, manifestaciones, actos religiosos, procesiones, homenajes, tertulias de paseantes, caminatas de estudiantes en guiños continuos y en giros de 180º por los soportales, conciertos musicales, lugar para reunión de tratantes de ganado, sea sol
o sombra el asiento privilegiado del butacón que es esta gran terraza de cafés y correveidiles donde suenan al aire siempre la gaita y el tamboril, cerca del meeting point –quedar bajo el reloj a horas puntuales–, la tuna en noches de verano, el anciano al sol, el joven extranjero en sesteo sobre la dureza de las baldosas en tarde primaveral o esa guadaña que –según dicen– cuelga pendular a modo de aviso de inexistencias... de modo que esta plaza castellana sea siempre una puerta abierta.
…Y en voz de Torrente Ballester, una ciudad apacible, y quien se instale en el centro de su Plaza Mayor sacará inmediatamente la impresión de regularidad, que intentará trasladar a las vidas de sus habitantes. A la vista de tanta racionalidad, ¿cómo no pensar que formas tan bien trazadas tienen que influir en las mentes y en las conductas?
Capítulo extraido del libro Salamanca. Plaza Mayor de Europa.
CELYA