Los Carlistas macoteranos

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“Por Dios, por la patria y el rey, lucharon nuestros padres; por Dios, por la patria y el rey, lucharemos nosotros también.” Este era el lema carlista: Dios, patria y rey.

El partido tradicionalista aparece a partir de la Constitución de Cádiz de 1812, como una fuerza opositora a las ideas liberales que defendía la famosa “Pepa”. A las ideas progresistas de la Constitución, los carlistas oponían las ideas conservadoras y el mantenimiento de la religión católica; al sufragio universal, que defendía la Constitución, ellos contraponían el derecho divino de la monarquía absoluta; a las innovaciones sociales y económicas, sostenían las tradiciones y los privilegios de clase. Los progresistas tomaron partido por Isabel II, porque la consideraban la mejor garante de sus doctrinas; en cambio, los conservadores veían en Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, su máximo paladín. A estas confrontaciones, hemos de añadir el pleito legal dinástico: la ley Sálica, que promulgó Felipe V en 1713, que excluía del trono a las mujeres. Esta ley fue abolida por Carlos IV; sin embargo, Fernando VII, padre de Isabel II, volvió a ponerla en vigor por medio de la promulgación de la Pragmática Sanción de 1830, impulsado por la presión de los conservadores. Pero, antes de morir, implantó, de nuevo, la Ley Sálica en 1832. Esta decisión final del rey provocó el inicio de las guerras carlistas, que intentan esclarecer, por las armas, los derechos al trono de Isabel II y de don Carlos, y la imposición de las ideas de unos sobre las de los otros. En octubre de 1868, Carlos María Isidro abdicó en favor de su hijo Carlos VII, que logró pronto reavivar la llama vacilante de la causa carlista. Llegaron a publicarse en España cerca de cien periódicos, que difundían las ideas carlistas por todo el país. En Salamanca, el periódico católico monárquico, publicación bisemanal, recibe el nombre de “¡España con honra!”. Abarca dos períodos de tirada: del 25 de febrero a 26 de noviembre de 1869, en que fue suspendido por orden del gobernador civil; y el segundo, en que se inicia su reanudación, el 15 de diciembre del 69 hasta el 17 de marzo del 70. En este periódico, colaboró el macoterano, don Miguel García Cuesta, Arzobispo de Santiago de Compostela, con la publicación de su famosa carta en la que combate los principales errores del Protestantismo, cuyo contenido se puede consultar en los números 70, 71, 72, 73, 75 y 76. Finalizó la contienda con la coronación de Alfonso XII, hijo de Isabel II, en 1876.

Macotera no vive ajeno a estos movimientos políticos. Hubo macoteranos, como el Cardenal Cuesta, que tomaron partido por una facción y otros, por otra. Si no hubiese sido así, ¿a qué os iba yo hablar del carlismo y liberalismo en un libro de contenido local? Os voy a contar un hecho relevante de los carlistas macoteranos, que a mí no me resulta chocante, pues pone de manifiesto hasta que punto Macotera vive la tradición y los principios cristianos hasta los tuétanos. La noticia la he leído en el Boletín Oficial de la Provincia de Salamanca del día 28 de julio de 1869. El escrito sale del Gobierno Civil de la provincia “A las diez y media de la noche de ayer, según telegramas recibidos en este gobierno, algunos ilusos de Macotera se lanzaron a la calle dando vivas al titulado Carlos VII y mueras a S.A. el Regente del Reino y a los generales Prim y Topete. Tan luego, como el Juzgado de Peñaranda tuvo conocimiento del hecho, dispuso su inmediata salida para aquel punto, acompañado de las fuerzas de la guardia civil del puesto y, poco tiempo después, marchaban sobre él, animados del mayor entusiasmo, algunas otras de los voluntarios de la Libertad del mismo pueblo. Llegados que fueron al de Macotera, su sola presencia bastó para disolver los grupos sin necesidad de hacer uso de las armas; y, acto continuo, comenzó la instrucción del sumario para el condigno castigo de los criminales, autores o instigadores del delito, a quienes, muy en breve, les serán aplicadas, sin contemplación alguna, las disposiciones contenidas en el decreto de 22 del corriente. Restablecido totalmente el orden, continúa el proceso con toda rapidez, habiendo regresado a sus respectivos puestos la fuerza de la guardia civil que, de varios puntos, marchaba por disposición mía sobre Macotera, con el fin de sofocar el movimiento e impedir su propagación a otros pueblos. Lo que tengo satisfacción de hacer público para tranquilidad de los honrados y pacíficos de esta provincia. Salamanca a 27 de julio de 1869 Baldomero Menéndez” Jesús María García García, en su libro Alba de Tormes. “Páginas sueltas de una historia”, (Diputación 1991), hace referencia a los disturbios de Macotera en 1869. Macotera también estuvo presente entre los 8.604 pueblos y las 2.837.144 firmas, que el movimiento carlista presentó en las Cortes Constituyentes, en defensa de la unidad religiosa de España.

El Bando republicano La mayoría de los macoteranos era partidaria de la República por esa tendencia humana de arrimarse siempre al sol que más calienta. Y, en este terreno, se recoge la participación de Macotera en muchos aspectos. El boletín oficial de la provincia también nos ha servido de fuente informativa. Macotera tenía en el frente del Norte, luchando contra los carlistas, 287 hombres en edades comprendidas entre los 22 y los 35 años. (22 soldados de 22 años; 21 de 23; 30 de 24; 28 de 25; 78 de 26 a 30; 107 de 31 a 35), sin contar el servicio voluntario de licenciados menores de 40 años. Y, por otro lado, los 113 reales y 49 céntimos de los donativos hechos por los vecinos de Macotera para el alivio de los soldados heridos en la actual vergonzosa guerra civil y la pronta eliminación de ella.

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Articulo extraido de la bibliografía de Eutimio Cuesta Hernández sobre Macotera. Cedido voluntariamente por el autor macoterano. Muchas gracias por colaborar en este proyecto.