Puente Romano de Salamanca
Este puente constituye una de las partes arquitectónicas más importantes de la ciudad, ya que forma parte del escudo heráldico de la ciudad desde el s.XIII. Dentro del conjunto cabe destacar una escultura representativa y que se encuentra en perfecta fusión con el puente, es el famoso Verraco del puente, decapitado, y trasladado de su ubicación habitual a la entrada del monumento. También, se ha incorporado en este espacio la escultura en bronce que muestra el Lazarillo de Tormes, acompañando al primer ciego al que sirvió. El puente es una parte activa de la famosa Vía de la Plata que unía Mérida y Astorga. Los 15 arcos más próximos a la ciudad son entéramente romanos, del año 89, y los restantes son añadidos posteriores en el siglo XVI.
Se cita el Toro (en realidad Verraco quiere decir cerdo reproductor) en la obra "Lazarillo de Tormes" y hoy en dia forma parte del escudo de la ciudad. El puente se halla en la romana Vía de la Plata. Son de factura romana los quince arcos del lado de la ciudad habiendo sido restaurados los restantes.
Desde el puente romano se divisa una magnífica vista de las Catedrales. Insensible al paso de los siglos, este robusto puente surca el río Tormes. Tiene quince arcos reconstruido en el siglo XVII, dañado por las crecidas del río. Forma parte de la Calzada romana de la Plata, que unía Mérida con Astorga. Junto al puente se aprecia la figura de un verraco ibérico (cerdo semental), representante del arte prerromano salmantino, de origen celta (prehistórico).
Aunque existe un puente nuevo construido a principios de siglo y para honor del construido 19 siglos antes, en él rezaba un cartel advirtiendo: "atención, vehículos de más de 18 Ton. por puente romano".
Fue declarado monumento el 3 de junio de 1931 por decreto.
Actualmente, es uno de los puentes más resistentes de la ciudad de Salamanca