VII Centenario de la Universidad de Salamanca
Durante el curso 1953-54 se celebró el VII Centenario de la Universidad de Salamanca, conmemoración del acto en el que Alfonso X el Sabio otorgase, por Real Cédula de 8 de mayo de 1254, al Estudio General de Salamanca el título de Universidad, la primera de Europa que recibió oficialmente este nombre.
Los preparativos fueron importantes. El rector, Antonio Tovar, promovió la restauración y rehabilitación de los Edificios Históricos (Escuelas Mayores, Escuelas Menores y Hospital del Estudio; hizo que se buscasen e investigaran las antiguas tradiciones y ceremonias de la Universidad, recuperando así el uso de las chirimías o los trajes de ceremonia tradicionales y hasta antiguas recetas gastronómicas como los pastelillos de doctorado, que todavía seguía haciendo la confitería Burgueño hasta hace unos años, cuando se cerró. Tovar encargó al compositor Joaquín Rodrigo la composición de una cantata para ser interpretada en esta celebración: Música para un códice salmanticense, tomando el texto de la poesía de Miguel de Unamuno: A Salamanca. Se transladó el rectorado al Hospital del Estudio, se encontró y transladó el Cielo de Salamanca al Museo de las Escuelas Menores, se restauraron el aula de Fray Luis y el Paranifo, se creó el Museo Unamuno...
La ciudad también respondió al reto: quizá lo más llamativo fue el cambio de la pavimentación de la Plaza Mayor a la actual, quitando los jardines que había anteriormente, pero también se arreglaron muchos rincones, pavimentando calles y plazas, hermoseando jardines, quitando postes de teléfonos o cables eléctricos que estropeaban las vistas de los monumentos...
Medallón conmemorativo realizado por Damián Villar
Las celebración más importante consistió en la reunión, en octubre de 1953, de los rectores o representantes de las Universidades más importantes del mundo que, tras una serie de actos protocolarios de homenaje a la Universidad, en locales de la misma, culminaron en un memorable desfile de todos ellos, con sus trajes de ceremonia, desde la Universidad al Ayuntamiento, para la recepción oficial de la ciudad, por las calles y la Plaza Mayor (desfile del que desgraciadamente no quedaron más que unas fotos en blanco y negro, perdiéndose el colorido del acto).
Como consecuencia de esta demostración del prestigio de la Universidad en el mundo, se consiguió, casi un siglo después de perderla, que el gobierno de Madrid devolviera a Salamanca la facultad de expedir títulos de Doctor (¡y había sido la primera Universidad de España en expedirlo!), reservada desde 1857 a la Universidad de Madrid. Un año después lo recuperó la Universidad de Barcelona y después las demás Universidades. Se recuperó una parte los libros antiguos de las bibliotecas salmantinas robados por los franceses tras la salida de Salamanca en la Guerra de la Independencia y que, desde su recuperación en la Batalla de Vitoria, habían ido a parar a la Biblioteca de Palacio Real de Madrid.
