Castillo del Buen Amor
El Castillo de Villanueva del Cañedo tiene, al parecer, restos del siglo XI, pero la construcción actual data del siglo XV. Se localiza en el termino municipal de Topas, en un lugar conocido como Villanueva de Cañedo.
Su construcción fue autorizada por Juan II por iniciativa de la Casa de Alba. El castillo fue construido sobre los restos de una castillo anterior del siglo XI, y del que se conserva todavía el sótano. En 1475 se entrega esta localidad con su Castillo a los Reyes Católicos, llegando a albergar a Fernando II de Aragón en su camino hacia la batalla de Toro, durante la guerra contra Juana La Beltraneja. En 1476 el castillo es cedido a don Alonso de Valencia y ese mismo año el castillo pasa a ser propiedad de don Alonso Ulloa de Fonseca Quijada, obispo de Ávila (no confundir con otros Alonso de Fonseca).
Fonseca reconstruyó el castillo convirtiéndolo en un palacio con trazas renacentistas y lo hizo su residencia habitual, que compartió con su amante doña Teresa de las Cuevas. La constancia del obispo en el amor, hizo que fuera conocido como Castillo del Buen Amor. Amoríos repetidos por otros miembros de la Famila Fonseca posteriores.
Felipe II creó en torno al castillo el condado de Villaniueva de Cañedo para don Antonio de Fonseca Y Ulloa, descendiente de don Alonso Ulloa de Fonseca Quijada. Años despues el castillo pasó a ser propiedad del Duque de Sesto cuya familia lo conservó hasta principios del Siglo XX. A principios del Siglo XX el castillo perteneció al Marqués de Ivanrey, quien lo vendió al ganadero Tabernero de Paz, este a su vez lo vendió en 1958 a sus actuales propietarios.
El castillo fue declarado Monumento Nacional en 1931. Entre 1958 y 1960 fue restauado por sus actuales propietarios, la familia Fernández de Trocóniz, la cual ha convertido el castillo, desde el 19 de julio de 2003, en un hotel con 45 habitaciones de lujo.