Fiestas de Salamanca
El origen de estas ferias data del reinado de Enrique IV y la conjura de Ávila. esta conjura consistia en un intento del hermano del rey, el infante don Alfonso en lograr ser proclamado rey. Cuando estos hechos sucedieron el rey Enrique IV se encontraba en Salamanca. En estos momentos de crisis encontró un gran apoyo en la ciudad personalizado en García Álvarez de Toledo, pos aquel entonces Conde de Alba. La ayuda prestada fue importante al permitir al rey evitar perder el trono en la batalla de Olmedo. Precisamente en Olmado Juan II ya tuvó que enfrentarse a sus primos, los infantes de Aragón, en un episodio anterior de las luchas por el poder.
Enrique IV en recompensa por el apoyo prestado concedió la celebración de las ferias del 8 al 21 de septiembre, uniendose a las que ya tenía la ciudad, las ferias de Junio y las de Don Giral, celebrada 15 días desde el primer domingo de Cuaresma. La importancia de esta mediad era que suponía un importante apoyo a la economía de la ciudad. Durante las ferias no se pagaban impuestos y se aprovechaba para realizar venta de diversas mercaderías.