Historia de Alba de Tormes
La interpretación mítica de los orígenes de Alba de Tormes es que fue fundada por los judíos que llagaron hasta Salamanca tras la expulsión de Judea por el emperador Tito en el año 75 d. C. A pesar de lo dudoso de esta teoría los restos arqueológicos confirman la existencia de Alba en época romana.
Durante la época visigoda y musulmana, Alba habría estado deshabitada hasta que Raimundo de Borgoña, la repoblará en el siglo sobre el 1102 llegando a lograr sus propios fueros el 4 de julio de 1140 cuando Alfonso VII y su mujer Berenguela otorgan a Alba de Tormes, sus fueros. En 1157 muere Alfonso VII, y con su muerte se separan Castilla y León de nuevo iniciándose una gran rivalidad entre ambos reinos: Alba aparece entonces como un importante punto estratégico que entre 1158 y 1232 sufrió los asedios tanto de castellanos como de leoneses.
Con la reunificación de ambos reinos Alba pierde importancia pero su señorío será constantemente disputado desde 1312.
Fernando IV de León|Fernando IV encarga la gestión de Alba a Diego Gómez de Castañeda quien gobernará la ciudad desde 1317 a 1323. En 1373 el nuevo rey Enrique II de Trastámara entrega la villa al infante portugués don Dionisio (Dinis), quién sería señor de Alba desde 1372 a 1380. El rey le entrega la villa por ser el prometido de su hija doña Constanza, que se casaría finalmente con otro infante portugués, don Juan. La hija que tuvo con doña doña Constanza, doña Beatriz de Portugal le sucederá como señora de Alba de Tormes.
Al iniciarse el siglo XV el nuevo señor de Alba es Fernando de Antequera, esto supondrá que los infantes de Aragón, don Pedro y don Juan se disputen la posesión de la villa, finalmente será don Juan, rey de Navarra quién se convierta en señor de Alba en 1422. Pero el rey de Navarra perderá sus posesiones en Castilla tras ser derrotado por Juan II y con ello pierde Alba de Tormes.
El monarca castellano Juan II entrega el señorío de la villa de Alba de Tormes en 1430 a don Gutierre Álvarez de Toledo, este es el inicio de la Casa de Alba, en parte gracias al incremento del patrimonio que la familia logra con los siguientes señores de Alba.
- Don Fernando Álvarez de Toledo, primer Conde de Alba.
- Don García Álvarez de Toledo
- Don Fadrique Álvarez de Toledo.
El 4 de marzo de 1430 don Gutierre Álvarez de Toledo toma posesión de Alba de Tormes, iniciándose un periodo de esplendor para la villa gracias a las mejoras urbanísticas y el auge del comercio. Este esplendor terminará con el declive general que vive el reino que culminará con la marcha de don Fernando de Silva y Álvarez de Toledo, XII duque de Alba en el siglo XVIII.
El siglo XIX comienza con los desastres de la Guerra de Independencia y continua con la desamortización de Mendizábal en 1836.
En el siglo XX, durante la Guerra Civil, la cercania con Salamanca, le convirtió en un objetivo militar siendo bombardeado en 1937 por la aviación republicana. En este bombardeo se destruýeron ocho edificios, murieron cinco personas y hubo siete heridos.
