La Cerca Vieja
La Cerca Vieja corresponde a la primitiva muralla medieval de Salamanca, llamada así para distinguirla de la más extensa, la Cerca Nueva, eregida en el siglo XIII.
En su construcción se pueden distinguir dos fases: Una primera, de fundación, con cubos cuadrangulares y sillares graníticos reaprovechando el material romano, que aún es visible en las hiladas inferiores; y un segundo momento constructivo, a partir de 1143, en que Alfonso VII manda "reparar la cerca y cercar el arrabalde" con sillares escuadrados, que se aprecian muy desgastados.
El mandato real, que supuso un gran impulso a la construcción urbana -en diez años comenzarían las obras de la Catedral Vieja-, refleja la riqueza de los caballeros salmantinos, como consecuencia de la economía de guerra, y de las incursiones en tierras árabes.