Catedral Vieja

Puerta de Santa Lucía

Es la catedral más antigua de Salamanca. Se denomina Catedral Vieja para diferenciarla de la otra que se conoce como Catedral Nueva, pero su nombre es Catedral de Santa María la Mayor.

Contenido

1 Historia
2 Características
3 Distribución
4 Interior
5 Imágenes
6 Visitas
7 Enlaces externos

Historia

Al parecer, la catedral anterior, se supone de época visigoda, se llamaba Santa Maria la Blanca, que cuando la repoblación por Raimundo de Borgoña, debía de estar en muy mal estado, si no derruída.

Jerónimo de Perigord, primer obispo de Salamanca, tras la restauración de la diócesis, lógicamente plantea la construcción de una nueva catedral. Se discute la fecha del comienzo de las obras, pues mientras que unos sostienen que fue en 1110, todavía en vida del obispo Jerónimo, otros sostienen que no comenzaron hasta 1140, gracias a don Berengario, obispo de Salamanca y canciller de Alfonso VII.

Al abrigo de la catedral nacieron unas escuelas, que serían el germen de la Universidad de Salamanca, y cuya existencia ya puede restrearse en algunos documentos de hacia 1130, cuando su maestrescuela participa en un concilio en Carrión. También hay documentos de hacia 1163 en los que aparecen clérigos de fuera de España, que al parecer eran estudiantes, lo que revela que las escuelas tenían importancia.

En su construcción trabajaron maestros como Pedro de la Obra, Juan de Franco y Pedro Pérez, quienes proyectaron un edificio que sirviera tanto para usos religiosos, como defensivos. Efectivamente, al parecer la cubierta, actualmente de teja árabe, era una terraza pavimentada, y había almenas en la Torre Mocha, como sigue habiendo en la cubierta de la nave. Por esta razón se la conoció popularmente como fortis salmantina (en el siglo XV se difundió un adagio ensalzando las cuatro catedrales españolas que se consideraban con más grandeza, que dice: Sancta Ovetensis, pulchra Leonina, dives Toledana, fortis Salmantina).

El 17 de junio de 1887 fue declarado monumento.

Características

Las obras se prolongaron hasta el siglo XIV, por lo que tiene elementos tanto del Románico como del Gótico, lo no impide que sea una de las catedrales románicas más bonitas de España.

Los pilares se diseñaron para sujetar una bóveda de cañón, típica del Románico, pero se construyó una bóveda de crucería al modo del Gótico primero, causando que entre pilares y bóveda no exista continuidad constructiva.

Al construirse la Catedral Nueva la catedral perdió una parte de su crucero. La catedral contaba con dos torres, una a cada lado de la portada: la Torre Mocha y la de las campanas. Ésta sirvió de basamento para la torre de la Catedral Nueva y, si exteriormente algo podía reconocerse de ella, el recubrimiento de piedra que se hizo para reforzar la torre tras el terremoto de Lisboa (1755), hizo desaparecer esos restos aparentes.

Distribución

Planta de la Catedral Vieja

- Torre del Gallo
- Altar Mayor
- Torre de las Campanas y Capilla de San Martín o del Aceite, bajo la torre de la Catedral Nueva.
- Torre Mocha
- Capilla del Salvador o de Talavera
- Capilla de Santa Bárbara
- Salas Capitulares, Museo
- Capilla de Santa Catalina
- Capilla de San Bartolomé o de Anaya
- Claustro
- Portada Principal
- Puerta de Santa Lucía
- Puerta de los Carros
- Puerta de Acre.
- Catedral Nueva

Interior

La iglesia es de cruz latina, con tres naves, tres ábsides y crucero con cimborrio. Una parte del crucero fue destruida para construir la Catedral Nueva.

El cimborrio es el elemento más conocido y está inspirado en el de la catedral de Zamora, pero agrega nuevos elementos, como un doble cuerpo de ventanas que le da una mayor esbeltez. Es conocido popularmente como "Torre del Gallo", por la veleta que lo corona en el exterior. Es una torre con tambor octogonal sobre la que se eleva una cúpula gallonada. Desde el exterior destacan, además de la veleta que le da nombre, los torreones cilíndricos de las esquinas. Este cimborrio es uno de los grandes ejemplares del Románico del Duero.

La nave central es más alta que las laterales permitiendo la entrada de luz, mostrando la decoración de los capiteles compuesta por vegetales, animales, y escenas bíblicas. Tiene además la ventaja de ser una de las pocas catedrales españolas que no tiene el coro en la nave central (fue derruído en el siglo XVIII), lo que permite admirar la nave limpia, como la concibieron sus arquitectos.

En el interior de la catedral destaca el retablo principal, pintado por los hermanos Delli, (Nicolás y Dello), que data de 1430 y el fresco superior, que representa el Juicio Final, obra de Nicolás Florentino (Nicolás Delli) de (1445). El retablo se encuentra situado en el altar mayor y narra, en 53 escenas, la vida de Jesús y María. El retablo esta coronado por una imagen románica de la Virgen de la Vega. Hay además una valiosa colección de pinturas del siglo XV

En el altar Mayor, se exhibe la imagen de la Virgen de la Vega, del siglo XII.

El órgano del crucero perteneció al músico Francisco Salinas, en su parte frontal tiene una representación del árbol genealógico de Jesucristo y en un lateral una imagen de la Virgen María

En la portada tenía dos torres, una de las cuales ha quedado debajo de la de la Catedral Nueva y la otra, nunca terminada, se llama la Torre Mocha. La portada es del siglo XVIII, delante de la románica original, y se construyó cuando el terremoto de Lisboa casi derriba la torre de las campanas. El refuerzo que hubo que hacer de la torre puede apreciarse en la parte izquierda de la portada.

A los pies, bajo la torre sobre la que se edificó la de la Nueva, está la capilla de San Martín o "del aceite". Esta última fue pintada por Antón Sánchez de Segovia en 1262.

Al parecer, el claustro original resultó muy dañado por el Terremoto de Lisboa (1755), aunque no es muy seguro; en cualquier caso fue reconstruido hacia 1785 por Jerónimo García de Quiñones, añadiendo una planta más y aprovechando para modernizarlo. Se mantuvieron más o menos como estaban las capillas que a él se abren, entre las que se cuentan la de Talavera o del Salvador, la de Santa Bárbara, con el sepulcro de su fundador, el obispo Juan Lucero, en la que se realizaban los exámenes de grado de la Universidad, la de Santa Catalina y la de Anaya. Hay además unos frescos de los siglos XIII-XIV que decoran los sepulcros de la galería.

La Catedral Vieja, románica y ojival y la Catedral Nueva, formidable y robusta, se funden con plena naturalidad, aunque la imagen más conocida sea la de la Torre del Gallo, lo cierto es que ambas iglesias mayores ofrecen, tanto por fuera como por dentro, infinitas perspectivas de gran belleza. Desde el Puente Romano, también ofrece una bella vista y desde el sur, en el llamado "Patio Chico", se contemplan los ábsides.

En la actualidad en el claustro también está el Museo Catedralicio y el Archivo y Biblioteca Catedral.