Macotera y su geografía
El río Misgañín
Normalmente, se abre un libro de cometido localista, dibujando su situación dentro del escenario geográfico. Macotera, pueblo castellano, levantado de tapial humedecido y apisonado, reseco y endurecido por el sol de todos los tiempos, y cubierto de teja untada de musgo grisáceo, ya muerto, se haya sentado sobre la loma del cerro Morrondero, que se yergue sobre los cauces arenosos de los arroyos del Molino y la Virgen de la Encina.
Si tomamos un mapa, su ubicación la hallamos en el cruce del paralelo norte 40º 30´ 48” con el meridiano 2º 20’ 12” del referente Greenwich. Se encuentra a la altitud de 890 metros sobre el nivel del mar, y, casi a medio camino, de las poblaciones de Salamanca y Ávila. Decían los antiguos: “A dos leguas y media de Peñaranda y a 7 leguas de Salamanca”. Actualmente, su término se esparrama sobre una superficie de 7.446 huebras, o sea, 3.330 has. Confina por el Norte con La Nava de Sotrobal, Sotrobal y Peñaranda de Bracamonte; por el Este, con Bóveda del Río Almar, Mancera de Abajo y Salmoral; por el Sur, con Santiago de la Puebla, el despoblado de Santa Cruz y Gajates; y por el Oeste, con Valeros, Tordillos y Coca de Alba.
“El terreno es llano en su mayor parte y de buena calidad, teniendo un monte enteramente desnudo de vegetación a la parte oeste de la villa. Produce trigo, centeno, cebada, garbanzos, guisantes y vino; hay ganado vacuno y lanar; caza de liebre y perdices; y diferentes talleres para cardar e hilar lana churra, que se invierte en la fábrica establecida para la elaboración de jerga. El correo se recibe de la cabeza de partido por valijero (peón de ida y vuelta). (Diccionario Geográfico Estadístico- Histórico de P. Madoz 1845)
Una red de caminos le comunica con los pueblos limítrofes. El camino, que une Mancera de Abajo con Tordillos, atraviesa el pueblo por su parte Norte; a este tramo, se le daba el nombre de calle larga. Hoy a esta travesía se la ha dividido en cuatro trozos: calle Honda, calle Millán y Caro, calle Larga y calle de san Gregorio. A la vera de este camino, en la salida Este del pueblo, se alzaba la ermita de san Gregorio y en la del Oeste, la ermita de Santo Cristo de las Batallas o de la Veracruz.
De Norte a Sur, cruzaba el pueblo el camino Peñaranda de Bracamonte que se prolongaba hasta Santiago de la Puebla. Al lado de este camino, en la zona de la Cotorrita, se aupaba la ermina del santo Ángel.
El camino de Salmoral partía de los aledaños de la ermita de la Virgen de la Encina. Los viajeros se hincaban de rodillas ante el titular de cada ermita bien para agradecer la culminación del viaje o bien para implorar amparo antes de emprender la nueva andadura.
Apartada de cualquier ruta estaba la ermita de Santa Ana, hoy ocupa su solar el Centro Cultural; ayer, estuvieron asentadas en él las viejas y tradicionales escuelas de su nombre. Es muy posible que esta ermita fuese la iglesia parroquial de Macotera antes de que se erigiese el templo actual a finales del siglo XV y primeros del XVI.
Cruza el término un pequeño río, procedente de la sierra de Ávila, que lleva sus aguas al Tormes. Un arroyo al que se le han aplicado diferentes nombres a lo largo del tiempo. Unos le llamaron Margañón; el cura de Tordillos, en 1766, lo titula Misgañín, y las gentes de hoy lo conocemos como Margañán.
Tomás López, a mediados del siglo XVIII, se propuso elaborar un mapa de la provincia de Salamanca. Para llevar a cabo su plan, contó con la colaboración de todos los curas de la provincia. Les envió un cuestionario en el que se les pedía información minuciosa sobre los distintos accidentes geográficos que se mostraban en sus respectivos lugares. El cuadernillo con las respuestas, correspondiente a Macotera, se ha extraviado; de los pueblos limítrofes, únicamente, se conserva, en el Archivo de la Diputación de Salamanca, el del cura de Tordillos, don Josep Nieto. Los apuntes del cura tordillesano son muy interesantes, pues nos pinta la red de caminos que unen Tordillos con los pueblos vecinos y nos traza con exactitud la ubicación de la desaparecida ermita de san Miguel de Fresnillo y del monte, que había a la misma salida de Macotera, a la izquierda del camino de las Cárcavas, y se conocía por “Monte Viejo”. Pero sabrosa es también la descripción que hace del río Margañán, que él nombra Misgañín, seguramente, porque así lo denominarían los lugareños por el año 1766:
“Río o arroio, que passa por Coca, nace del término del lugar de Badillo de la Sierra de barios manantiales, junto a nuestra Señora del Risco, ai en dicha Hermitta un hospizio de religiosos agustinos, y esttá cerca del cerro que llaman Salrrotta, es una sierra bastante alta y al pie de ese alto, está un lugar que llaman Villatoro, y es toda tierra y obispado de Ávila. Baja dicho río a los molinos de Veguillas y siguiendo agua abajo, passa por Cabezas del Villar, Malpartida, Santiago de la Puebla, este de Tordillos, Coca, Peñarandilla, Jimingómez y, a poca distancia, se juntta con el río Almar, de modo que abrá de este de Jimingómez a la Granja medio quarto de legua, y se llama dicho río Misgañín".
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