Pinturas Rupestres (Sierra de Francia)

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En la Sierra de Francia hay gran abundancia de pinturas rupestres esquemáticas, estas se pueden hallar en el Valle de las Batuecas, en el Valle de Lera, en la Sierra del Castillo, Valle de Belen, Valle de las Esposaderas y Valle de la Palla.

Las pinturas datan del Neolítico y del Calcolítico y la gran mayoría se encuentran en lugares de difícil acceso, cerca de rios y explotaciones mineras de la antigüedad, cercanas también a lugares sagrados que aún hoy conservan la sacralidad, como la Peña de Francia. Las pinturas se realizaron en cobachas y abrigos.

La mayoría de las pinturas se encuentran en cuevas y abrigos naturales en torno al río Batuecas. Las cuales a su vez son las más famosas, en parte gracias a Lope de Vega, quien las nombra en su obra “Las Batuecas del Duque de Alba”. Estas pinturas se interpretaban como una herramienta para adorar al demonio. En este valle es donde mayor número de pinturas se puede encontrar. Las más famosas son las del canchal de las Cabras Pintás, las cuales son las primeras que cita Lope de Vega. Otras pinturas del valle de las Batuecas son las de: los del cristo, de la cueva del cristo, la Umbría del canchal del cristo, de la Umbría de la cotorrina, del Águila, de la Pizarra, del Corral de Morcilla, el covacho del Pallón, el Riesco del Ciervo, de los Acerones, de la Majaílla las torres y del Zarzalón o Canchal de Mahoma.

Otro enclave destacado es el del Valle de Lera, donde Ramón Grande del Brío descubrió tres abrigos con pinturas rupestres. El Valle de Lera solo tiene dos kilómetros de largo, pero tiene historia, en el punto en que confluyen el río Lera y el río Francia está las Huertas de Lera que ha estado poblada desde antiguo, como lo demuestra la presencia de los restos de la Casa de Simon Vela, que podría estar sobre un antiguo asentamiento templario, y el castro prerromano de Los Castillejos donde se refugiaban en invierno los habitantes de la Peña de Francia. Con estos antecedentes, no es de extrañar la presencia de pinturas rupestres entre abrigos, en lo más profundo del valle, que muestran figuras geométricas.

La Sierra del Castillo fue objeto de explotación minera, cerca de los restos de esta actividad se han encontrado pinturas rupestres que muestran huellas y puntos alineados, parecidos a los del Valle de Cabril. En el Valle de las Esposadelas hay seis grupos de pinturas, de color rojo, las cuales representan zoomorfos y antropomorfos. En el Valle de de Belen se han encontrado ocho grupos de representaciones también de zoomorfos.

Las pinturas se han creado a lo largo de diferentes etapas aunque todas parecen pertenecer al neolítico, la Edad del Bronce, e incluso la Edad del hierro, utilizando como colores el ocre (rojo), negro y blanco, para representar desde figuras geométricas hasta animales y hombres, utilizando trazos finos y gruesos. Las figuras antropomorfas son escasas, las zoomorfos estan presentes sobre todo en el Valle de las Batuecas, con animales herbívoros, junto a ciervos, lobos e incluso peces. El resto de figuras representan a plantas o a figuras como círculos o espirales.