Fernando Gallego Herrera
Nacido el 14 de febrero de 1901 en Villoria, cursó sus estudios primarios en Villoria, pasando después al Colegio de Calatrava de la capital salmantina. Pronto empieza a destacar, siendo necesario crear un premio especial para recompensar sus dotes de estudiante. Estudió en Madrid en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos con el primer puesto, en marzo de 1926, obteniendo el título de Honor y el premio Escalona, que se concedía al mejor alumno de la promoción. Además cursó estudios de Derecho en la Facultad de la Universidad Central, aprender cuatro idiomas y hacerse piloto aviador.
Autor de grandes proyectos como el metropolitano de Barcelona a Sarriá, o el de la estación de ferrocarril de Francia de la Ciudad Condal, sufrió la Guerra Civil en su pueblo, Villoria. Al término de ella marchó lejos, al extranjero, sin saber nadie dónde. Después de un tiempo volvió a Logroño, y tras un paso por su tierra de Salamanca, regresó a Pamplona donde murió y reposa.
En Villoria, creó el “Aerogenio”, aparato de metal, tela y madera, construido con los materiales que había en su pueblo. Dicho aparato responde a la patente de descubrimiento científico en 1932, reconocido públicamente por la Academia de Ciencias. Su fin con el aerogenio era lograr el vuelo vertical y dotado de mandos automáticos conseguir lanzar explosivos sobre la población a miles de kilómetros de distancia. La construcción de este aparato en Villoria fue entre 1932 y 1933, tal invento creó mucha expectación por los habitantes de la zona e incluso vino gente de Madrid para presenciar su vuelo, pero el ancho avión de alas cuadradas, de unos ochocientos kilos de peso, cuarenta metros de superficie, con dos cabinas con capacidad para tres personas y un motor de diez cilindros y cien caballos, ardió un mal día, sin poder lograr su sueño de hacerlo volar.
Siguió construyendo modelos, y con el segundo consiguió, al incorporar principios científicos sobre circulación de láminas aéreas, el despegue vertical.
Pese a su inteligencia y gran afán de construir nuevos proyectos, este gran genio falleció en Pamplona el día 10 de junio de 1973.
Mas información:
- LIBRO: Villoria, una villa en el corazón de una vega. de Ramón Grande del Brio