Colegio Mayor

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Los Colegios Mayores eran centros de enseñanza adscritos a la Universidad, donde se estudiaba para obtener los títulos de Licenciado y Doctor. En los colegios se impartían clases, y los exámenes se hacían en la Universidad.

Su principal objetivo era ayudar a los estudiantes con dificultades económicas dándoles un lugar donde estudiar y también donde vivir mientras estudiaban, por lo que servían también como residencias. Para entrar en un Colegio los estudiantes debían demostrar que estaban capacitados para terminar los estudios y que tenían dificultades económicas.

Para que los alumnos tuvieran cubiertas sus necesidades los colegios estaban dotados de aulas, biblioteca, comedor, habitaciones y capilla. El número de alumnos de los colegios solía ser reducido, entre 12 o 20. Generalmente eran bastante autogestionarios y los estudiantes elegían a su rector.

Aunque eran todas muy parecidas, cada colegio tenía su propia constitución y los alumnos que estudiaban en ellos se distinguían por una banda de paño, la Beca, de color específico para cada uno, que llevaban colgada de los hombros.

En la España del siglo XVII no había más que seis Colegios Mayores, cuatro en Salamanca: San Bartolomé o Colegio Viejo, (1401), Cuenca (1500), Santiago el Zebedeo o del Arzobispo Fonseca (1519) y Oviedo (1521); uno en Valladolid: el de Santa Cruz (1482) y otro en Alcalá de Henares: el de colegio Mayor de San Ildefonso (1499).

El éxito de los colegios fue grande, logrando alumnos con una sólida formación, que llegaron a ocupar cargos importantes tanto en la administración como en la iglesia, y que presumían de haber estudiado en los más prestigiosos, pero con el tiempo las costumbres se relajaron. A partir de mediados del XVII, dándose cuenta de que haber pertenecido a uno de esos Colegios era el medio seguro de obtener los más altos cargos del Estado, los ex-colegiales se convirtieron en una clase especial que decidía los que entraban o no en los Colegios; los requisitos de tener inteligencia y pocos recursos económicos fueron soslayándose y los colegiales nuevos pertenecían a las clases más acomodadas, por lo que el nivel intelectual de los alumnos decayó, trayendo el declive de los colegios que acabaron por desaparecer en el último tercio del siglo XVIII.

Residencias Universitarias

Actualmente algunas Residencias para Universitarios se llaman Colegios Mayores, con cierta impropiedad, pues no son centros de enseñanza; como mucho, mantienen una vida cultural (biblioteca, conferencias, ...) mejor de lo que se esperaria en una residencia corriente. Otros se llaman más propiamente Residencias Universitarias, en vez de colegios.

Colegios Mayores históricos

Ver también