Domingo de Soto
Domingo de Soto (Segovia, 1494 - Salamanca, 1570), teólogo dominico de la Escuela de Salamanca.
En 1525 llegó al Convento de San Esteban donde llegó a ser Prior, en la Universidad de Salamanca impartió clases de teología en la Cátedra de Vísperas e Teología (1532-1539) y en la de Prima de Teología (1552-1560).
Junto a su actividad pedagógica fue confesor de Carlos I. Siguió la orientación de Santo Tomás de Aquino y comentó varios libros de física y lógica aristotélica, además de mostrar una gran preocupación por los indios americanos. En 1545 Carlos I lo envió al Concilio de Trento como teólogo imperial y después lo nombró su confesor. También participó en los debates en torno a la disputa abierta entre Sepúlveda y Las Casas por la cuestión indígena, formando parte de la comisión de teólogos que se reunió en Valladolid entre 1550-1551. Declinó ser obispo de Segovia.
En el ámbito de la Física, propuso en 1551 que el movimiento de caída de los cuerpos es uniformemente acelerado, y se adelantó a Galileo sugiriendo que los espacios recorridos son proporcionales a los tiempos al cuadrado.
Entre sus numerosas obras de teología, derecho, filosofía y lógica destacan "De iustitia et iure" (1557) y "Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratia libri tres". Otras obras suyas son De Natura et Gratia y Comentarios de los Libros de física de Aristóteles.
Participó en los debates en torno a la disputa abierta entre Sepúlveda y Las Casas por la cuestión indígena llamada de los justos títulos o polémica de los naturales, formando parte de la comisión de teólogos que se reunió en Valladolid entre 1550-1551 (Junta de Valladolid). Posteriormente sucedió a Melchor Cano en su cátedra de la Universidad de Salamanca.