Laverde

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Mucho se ha escrito sobre la famosa LEYENDA DE SANTA MARINA, Aldeadávila de la Ribera. Desde la publicación por los Salesianos en los años 70 sobre el Convento de Santa marina, se "redescubrió" el antiquísimo vado y lugar de LAVERDE.

A este importante hito hay que añadir que el antiguo Lugar de SANTA MARINA de LAVERDE había sido poblado por empleados y directivos de SALTOS DEL DUERO (posteriormente IBERDUERO e IBERDROLA), cuyo arquitecto, prendado del lugar y de los restos del Convento lo restauró antes de 1.962, y se estableció allí, como ya hicieran 6 siglos antes los franciscanos menores de San Miguel, una Hospedería para los empleados.

En 1978, el autor salmantino Jaime Pinilla González rescata la mayor parte de las referencias históricas del Convento en su libro "El arte en los monasterios y conventos despoblados de la provincia de Salamanca", publicado, y es de agradecer por la Universidad de Salamanca. Recomiendo, a quien esté interesado en ampliar la documentación, que adquiera los libros citados.

Poco después, un autor local, Luis Mata Martín, en su "Historia de Aldeadávila" da cuenta de la leyenda y del convento, aunque obvia parte de las referencias históricas, o no abunda totalmente en ellas.

Esta antiquísima aldea o LUGAR era muy frecuentada y visitada en el siglo XVIII, así, en los diccionarios geográficos de 1779 y 1795 se dice:

" El Condado de LEDESMA, tiene en su mayor extensión catorce leguas de Oriente a Occidente, desde la población de Almenara, hasta Aldea-Dávila en Santa Marina de la Verde".

Todavía en 1950, el erudito y padre agustino salmantino César Morán nos dice que uno de los antiquísimos caminos y más importantes de LEDESMA, era el llamado de OCCIDENTE, que conducía hasta ALDEADÁVILA y LAVERDE. Es a partir, de este año, cuando se pierde el interés por estudiar la significación antiquísima de este lugar, y nos centramos mucho en la Leyenda de Santa Marina. Este es el significado de la llamada "CALZADA ROMANA DE LAVERDE" que recientemente han descubierto y cuidado vecinos de ALDEADÁVILA, y su propio AYUNTAMIENTO -nuevamente se denota una falta de protección de otros estamentos del Patrimonio-.

Pero, quizás, la referencia larga mejor documentada SOBRE LAVERDE Y LA MISMA ALDEADÁVILA de los siglos XIII al XV sea la que nos da otro Cura, en este caso el de LA MATA DE LA AARMUÑA EN 1.776. El libro de 1776, reza así su título: "COMPENDIO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE SALAMANCA, SU ANTIGÜEDAD, LA DE SUS SANTA IGLESIA SU FUNDACIÓN Y GRANDEZAS QUE LA ILUSTRAN". Hay que agradecer que ha sido reeditado en 1.985 por la Ed. Maxtor, ISBN: 84-976-13-694.

El siglo XVIII es el momento de esplendor del Convento, con más de 35 frailes observantes, donde se enseñan diferentes materias como Gramática, Oratoria, étc. De los niños de la comarca que acuden a formarse y profesar destacan Fray Juan Caballero, primer botánico de México, y Fray José Hernández Herrera, descubridor y explorador del Alto Amazonas en Perú, entre los años 1763 a 1768.

El gran valor del cura de La Mata de la Armuña, es que se hace eco, y nos transmite íntegra, la HISTORIA ORIGINAL DE SANTA MARINA, y del antiquísimo LUGAR O ALDEA DE LAVERDE, ANTERIOR EN EL TIEMPO A LA BEATA MARINA.

El propio D. Bernardo Dorado nos expone en el prólogo su forma de investigar y escribir:

...Conozco, y confieso lo tosco de mi estilo, lo debil de mis reflexiones en las muchas partes, que forma el buen Historiador; afirmarè con ellos que la Historia de Salamanca pedìa otro hombre, un Sabio consumado: que debìan haverse reconocido otros Archivos: que hai muchos errores: que unos hechos estaràn equivocados; otros omitidos, y dàndoles todo lo demàs, no quiero, que me quiten el honor de ser amante de mi Patria, ni que me nieguen la partida de un clerigo bien entretenido: Vale.

Al cura hay que reconocerle sus méritos, y el haber rescatado tantas historias de SALAMANCA.

Cuenta la LEYENDA ANTIGUA DEL SIGLO XIII:

Antes de tratar de los venerables prelados de nuestra esclava Iglesia referirè dos cèlebres Monumentos suyos, que tenemos en el Obispado, que cede honra y gloria de Dios, y credito suyo. Uno consta por mera tradicion de que tenemos ciertos vestigios, y el otro por instrumentos evidentes: el I. es el célebre Santuario de Santa Marina, oy Convento de Religiosos Franciscaanos de la Provincia de San Miguèl llamado de la Verde à las Riveras del Duero, Jurisdicion de la Villa de Aldeadabila, cuya vida refiere la devocion de la manera siguiente:

En el tiempo en que los Moros se apoderaron de nuestra España, discurriendo por toda ella llegaron á un grande Pueblo, òy corta Aldèa cerca de el Duero, y sitio donde oy el Convento de la Verde, llamado La Suces(cuyo nombre aun retiene) sus Moradores huyendo la barbara furia procuraban evitàrla, poniendo su tierra por medio, unos retirendose a las Montañas, y defendiendose otros entre las breñas y matorràles de las arrivas de el Duero

un Moro alcanzó à ver una doncellita, que amedrentada iba escapando al referido sitio, empeñòse el barbaro en seguirla para saciar su deshonesto apetito, yà llegaba Marina (que este era el nombre de la doncella) al Duero sin poder librarse ni tener otro amparo que el de Dios, à quien clamaba en aquel aprieto: metiòse en el hueco de una peña; llegò el denodado Moro en su alcance pensando la tenìa ya en su poder; pero, ò poderoso Dios¡ estremeciòse la peña con un paboroso ruido, abriendo puerta para la defensa de Marina, y cerrando al lascivo Moro, dexandole lleno de temor y espanto; asi es comun tradicion en toda aquella comarca, y otros refieren este mismo caso no à la invasion de los Moros en sus principios, sino al tiempo de la esclavitud, y es lo mas verosimil, aunque ignoremos su preciso y determinado tiempo.

Lo que es cierto, y consta por documentos, es que por los años de 1300. el infante D. Sancho, I Señor de Ledesma, que como hemos dicho ya siempre andaba fugitivo de la Corte, discurriendo por sus Estados los mas cercanos à Portugal, llegò a este sitio à caza con los suyos y avisados de los perros fueron al parage adonde ladraban con aìnco, y llegando à la entrada de una cueba sintieron todos una suavisima fragancia, è informados por los Naturales de el Paìs de la doncella Marina sacàron de el sitio con ternùra y devocion las santas Reliquias, que hallaron, y queriendolas llevar à Ledesma à 200. pasos, que havian dado, sintieron un peso tan intolerable, que viendo ser inutiles sus esfuerzos y diligencias, facilmente conocieron ser voluntad de Dios, que quedàse a su santo Cuerpo para honor de aquel desierto teatro de su angelica vida y virtudes; por lo que el Sr. Infante mandó fundar una Hermita con el nombre de Santa Marina de el Manzanedo, en donde depositaron tan venerables reliquias: asi estuvo hasta que por los años de 1413. viendo los devotos quasi arruinada la Hermita la renovaron.

Pero siendo mui frequentes y furiosas las avenidas del Duero, quisieron los vecinos de Aldeadabila afianzarla, y ponerla mas en salvo, entregandola à los Religiosos de San Francisco de la Provincia de Santiago en el de 1444., los que con su acostumbrado zelo y limosnas de los Lugares vecinos asì Castellanos como Portugueses fundaron su monasterio mui curioso, aunque reducido.

Dividiòse la Provincia de Santiago, haciendo toda ella otra, que es la de San Miguel, y en su reparticiòn cupo este Convento à esta en el año de 1548. Es esta su casa, y ha sido mui venerada y visitada de los Pueblos, haciendo Dios por su intercesion en todas edades y tiempos infinitas maravillas: venerarse en el Sagrario de este Religioso Convento la cabeza de la Santa, y las demàs religiosas estàn colocadas en el Altar Mayor, y en èl hai gravàdo un letrero, que he leìdo, y dice:

Hic jacet Corpus humillissimae et devotissimae Servae Dei Marinae, quae in hoc loco extremum clausit diem, ad cujus honorem haec domus aedificata fuit.

Añade valor a este conjunto la serie de esculturas y Conjunto arquitectónico de La Gran Bóveda, realizada por el reconocido escultor modernista Pablo Serrano.

Referencias

Miguel de Unamuno, en Ecos Literarios, Salamanca, 19-marzo-1898

Compendio histórico de la Ciudad de Salamanca, su antiguedad, la de su Santa Iglesia, su fundación y grandezas que la ilustran. Escrita por el párroco de La Mata de la Armuña: D. Bernardo Dorado en 1.776. Reed. Editorial Maxtor, 1.985. ISBN: 84-976-13-694.

"El arte en los monasterios y conventos despoblados de la provincia de Salamanca", Jaime Pinilla González. Ed. Universidad de Salamanca, 19878. ISBN: 84-748-100-27

Leyendas árabes de las Arribes , Romancero medieval de las Arribes, Cancionero salmantino, El Toro de Aldeadávila,Picón de Felipe,El habla de la Rivera, Los toros en Las Arribes

Bibliografía

Otras fuentes de información