Salamanca: Siglo XX
La Baja Restauración
Artículo destacado Salamanca a comienzos del Siglo XX
Salamanca entra en el siglo XX al igual que el resto de España con el periodo de la Historia conocido como Baja Restauración. Estos años se caracterizaron por una progresiva degradación del sistema político y de la paz social.
Los años primeros años de la baja restauración la provincia de Salamanca se vio afectada por la coyuntura internacional de los mercados. Salamanca era una zona cuya economía estaba muy ligada al cultivo del cereal, cuyos precios había bajado desde las últimas décadas del siglo XIX. Como consecuencia de esta deflación muchos arrendatarios y pequeños propietarios perdieron sus tierras fomentando aun más la concentración de tierras en la provincia. La situación empujó a muchos a emigrar, ya fuera a otras regiones del país o al extranjero. Inicialmente quien emigraba fuera de España, lo hacía hacia América, pero con la Primera Guerra Mundial empezaron a emigra hacia Europa para reemplazar a la mano de obra autóctona ocupada en la contienda. La guerra también afectó a los mercados de trigo, un producto que llevaba años a precios bajos empezó a subir fomentando su producción en la provincia, pero en contraprestación un producto de primera necesidad que había sido abundante y barato se encarecía para le consumidor al destinarse la producción para la exportación. La situación afectó a todos los productos de primera necesidad. Al finalizar la Guerra con la recuperación económica de los países beligerantes la economía de nuevo se resintió con despidos. Como consecuencias fueron años tensos en todo el país, aunque la provincia de Salamanca permaneció relativamente tranquila.
Durante estos años el turismo entre el partido liberal y el partido conservador continuó pero cada vez más aparecieron otros partidos, que si bien no estaban en condiciones de disputarles la hegemonía si fueron constituyendo una alternativa al poder que en los años posteriores de la república tendrán importancia. Pero mientras la república llegaba el único político fuera de los partidos tradicionales que destacó fue Filiberto Villalobos.
En los años veinte la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera supuso unos años de tregua en los avatares políticos y cierta recuperación económica, pero fue un espejismo. La dictadura fue incapaz de articular un sistema eficaz para dirigir el estado y solucionar los problemas de este. El apoyo de la monarquía a la dictadura supuso el fin de esta. En 1931 terminaba la monarquía y con ella se llegaba al fin de la baja restauración, había llegado la Segunda República.
La Segunda República
Artículo principal: Salamanca durante la Segunda República
En 1930 con la caída de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera se activa la vida política en Salamanca. Con anterioridad habían estado presentes los Partidos Republicanos pero de manera testimonial, cediendo el protagonismo a los partidos dinásticos. A pesar de la existencia de una Casa del Pueblo activa antes y durante la dictadura.
En las elecciones municipales celebradas en abril de 1931, el sistema de caciques vigente durante la restauración funcionó en el campo, pero no asi en las ciudades. Como consecuencia Alfonso XIII abdica y abandona el país. Había nacido la Segunda República Española.
Tras la proclamación de la república y la celebraración de elecciones se formó gobierno. Ningún partido había obtenido mayoría absoluta, pero la colaboración entre los partidos de izquierdas facilitó que el primer gobierno de la república estuviera formado por integrantes de partidos de izquierdas. Este gobierno despertó muchas ilusiones entre los jornaleros del campo. En la provincia de Salamanca donde el campo y la producción agrícola eran la base de la economía y contaba con un gran numero de desempleados y grandes extensiones de tierra en manos de unos pocos cientos de propietarios, la reforma agraria fue un elemento vital durante todo este periodo.
En las elecciones de 1933 y de 1936 independientemente del resultado en el resto de España, Salamanca se convirtió en uno de los feudos de la derecha liderada por el salmantinos Gil Robres.
A lo largo de estos años y a pesar de la importancia de la reforma agraría y de algunos conflictos, salamanca fue una provincia relativamente tranquila, sobre todo en comparación con otras regiones de España.
La Guerra Civil
Más Información en Salamanca durante la Guerra Civil.
En 1936 el golpe de Estado triunfó rapidamente en Salamanca, con el dominio de la ciudad controlar la provincia no les resultó dificil a los militares sublevados. Los primeros meses de la contienda, aunque no hubo luchas militares, el terror si fue patente debido a la represión que se estaba ejerciendo con el objetivo primero de eliminar fisicamente a los dirigentes izquierdista y fieles a la República y despues de mediante el terror lograr que nadie osara enfrentarse a los sublevados.
La ausencia de oposición interna en la provincia (guerrilleros) la cercania con la frontera portuguesa y simultaneamente la lejania de frentes que hiciera peligrar la ciudad inclinó a Franco establecerse en la ciudad durante la guerra. La estancia de Franco convirtió a Salamanca en la Capital de la España Nacional. las otras candidatas habían sido Valladolid y Burgos, pero esta se encontrba demasiado cerca del frente y en la segunda tenía demasiado poder la Falange.
Antes de establecerse la capital del bando Nacional en salamanca, el obispado y la universidad colaboraron para poder legitimar el golpe. La ayuda de la universidad fue más lejos al lograr crear un marco jurídico para juzgar a los masones que sería la base posterior de leyes represoras contra los opositores durante la guerra y la posguerra.
Durante su estancia en Salamanca, Franco se había convertido en generalisimo además de llegar a unificar a las organizaciones políticas en la Falange bajo su mando. Pero Salamanca tras la Guerra era una ciudad en declive con carestía y problemas de suministros ala que solo la Universidad parecía que podía devolverle cierto esplendor. El resto de la Provincia vio la perdida de las colonizaciones realizadas durante la república y solo en contrabando ayudaba a paliar la situación de carestía.